PAPA LEÓN XIV EDUCACIÓN
CARTA DEL PAPA LEÓN XIV AL RESPECTO DE LA EDUCACIÓN. 28 DE OCTUBRE DE 2025:
El Papa León XIV, ha publicado una Carta Apostólica, al respecto de la educación, con ocasión del 60 aniversario de la declaración conciliar GRAVISSIMUM EDUCATIONIS.
Lo que inicialmente queremos resaltar, es algo que está haciendo mucha falta, que es el papel fundamental de las Familias, que se menciona:
…5.3. La familia sigue siendo el primer lugar educativo. Las escuelas católicas colaboran con los padres, no los sustituyen, porque «el deber de la educación, sobre todo religiosa, les corresponde a ustedes antes que a nadie». La alianza educativa requiere intencionalidad, escucha y corresponsabilidad. Se construye con procesos, instrumentos y verificaciones compartidas. Es un esfuerzo y una bendición: cuando funciona, suscita confianza; cuando falta, todo se vuelve más frágil…
FRAGMENTOS QUE SON «PERLAS»:
…3.1. La educación cristiana es una obra coral: nadie educa solo. La comunidad educativa es un «nosotros» en el que el docente, el estudiante, la familia, el personal administrativo y de servicio, los pastores y la sociedad civil convergen para generar vida…
…3.2. Educar es un acto de esperanza y una pasión que se renueva porque manifiesta la promesa que vemos en el futuro de la humanidad…
…5.2. La escuela católica es un ambiente en el que se entrelazan la fe, la cultura y la vida. No es simplemente una institución, sino un ambiente vivo en el que la visión cristiana impregna cada disciplina y cada interacción. Los educadores están llamados a una responsabilidad que va más allá del contrato de trabajo: su testimonio vale tanto como su lección. Por eso, la formación de los maestros —científica, pedagógica, cultural y espiritual— es decisiva. Al compartir la misión educativa común, también es necesario un camino de formación común, «inicial y permanente, capaz de captar los retos educativos del momento presente y de proporcionar los instrumentos más eficaces para afrontarlos…
… 7.2 . Olvidar nuestra humanidad común ha generado fracturas y violencia; y cuando la tierra sufre, los pobres sufren más. La educación católica no puede callar: debe unir la justicia social y la justicia ambiental, promover la sobriedad y los estilos de vida sostenibles, formar conciencias capaces de elegir no solo lo conveniente, sino lo justo. Cada pequeño gesto —evitar el desperdicio, elegir con responsabilidad, defender el bien común— es alfabetización cultural y moral…
