TIERRA MAGNETOSFERA CAPA OZONO
LA TIERRA, MARTE, MAGNETOSFERA, CAPA DE OZONO, PAPA FRANCISCO:
El movimiento de los minerales fundidos del núcleo de la Tierra se considera que es la principal causa de generación del campo magnético de la Tierra.
Sin este fenómeno la Tierra no estaría protegida de la radiación solar. Este campo magnético actúa como una capa protectora de la vida en la Tierra.
Existen actualmente satélites que analizan esta capa protectora (magnetosfera) y estiman que en el último siglo se ha debilitado en torno a un 5 %. Esperemos que esta realidad sufra vaivenes, y tenga un comportamiento cíclico, como ha ocurrido con la capa de ozono, que parece que últimamente se está recuperando algo.
La capa de ozono y la magnetosfera son esenciales para la vida, y la vida es lo esencial. Funcionan como un escudo protector, sin la cual la vida no podría desarrollarse. Tengamos en cuenta que hasta que la capa de ozono no se formó en la atmósfera, la vida no pudo salir del agua.
Marte tiene una debil capa protectora magnética (magnetosfera), y ningún tipo de capa de ozono. Ahora que se está hablando incluso de la colonización de Marte, habrá que tenerlo en cuenta, ya que sólo será posible la colonización en burbujas habitables.
Les añadimos aquí el enlace a un video de imágenes captadas por el Perseverance en Marte:
https://www.youtube.com/watch?v=Flbhk1KHHJw
La Tierra tiene mucha suerte… entre otras cosas tiene su capa de ozono y su campo magnético.
Hay quien piensa que es una pena invertir tanto en el estudio y futura colonización de Marte. Quizás si esos esfuerzos humanos y económicos se invirtieran en mejorar las condiciones en la Tierra, nos podría ir mejor. Lo dejamos ahí para la reflexión.
Queremos añadir aquí lo que el Papa Francisco menciona en Laudato SI, en su artículo 14, que copiamos a continuación, tomándonos la licencia de resaltar algunos aspectos que nos cautivaron más.
14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios». Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.
CONSIDERAMOS QUE TODO LO ANTERIOR CONSTITUYE UNA DINÁMICA QUE REFUERZA LA COMPETENCIA CIUDADANA.
Al texto íntegro de la Encíclica Laudato, se accede a través del siguiente enlace:
RELACIONADO CON EL PERFIL DE SALIDA DEL ALUMNADO DE LOS INSTITUTOS DIOCESANOS
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