MIS HIJOS ME ODIAN TANTO COMO ME QUIEREN
IRONÍAS EDUCATIVAS
MIS HIJOS ME ODIAN Y ME QUIEREN A PARTES IGUALES:
Si como padre te pasa como a mí, que mis hijos me odian y me quieren a partes iguales, ¡enhorabuena! lo estás haciendo bien.
Si resulta que te quieren más de lo que te odian, me temo que los estás mimando, con lo cual es posible que en casa tenga una realidad completamente alejada a la que se van a encontrar cuando salgan de ella; por lo tanto, los estás desviando del camino del éxito futuro, tanto personal como profesional y social.
A la hora de educar, de acompañar, no nos queda otro remedio que establecer límites y normas, que no son sino el «obligar» a hacer cosas que espontánemente y en términos generales no harían nuestros hijos.
Cuando como padres hemos sido capaces de equilibrar esos límites, responsabilidades, obligaciones… (por las cuales «nos odian»), con la dosis acertada de cariño, afecto, atención… (motivos por los que «nos quieren»), puedo afirmar como docente y padre de familia numerosa (de las de antes) que posiblemente lo estés haciendo bien.
Si queremos «ser amigos» de nuestros hijos, es muy fácil: se trata de no ponerles límites ni normas. La recomendación que hacemos es que esperemos a hacerlo cuando salgan de casa y se incorporen a su vida adulta; o que igualmente esperemos a ser abuelos y lo hagamos con nuestros nietos… mis suegros lo hacen.
Esta realidad familiar se puede trasladar a otros ámbitos de lo educativo, a saber:
SI TUS ALUMNOS TE ODIAN LO MISMO (A PARTES IGUALES) QUE LO QUE TE QUIEREN, SIN NINGÚN GÉNERO DE DUDAS, COMO DOCENTE, LO ESTÁS HACIENDO BIEN.
Aclaraciones del autor:
- Aunque parece que va dirigido a los padres, en realidad es para que los lean los alumnos y reflexionen.
- Está dirigido a personas inteligentes, con sentido del humor y conocimiento de la realidad actual, que reconocen aparte de la ironía las figuras literarias: metáforas, símil, hipérbole, metonimia, alegoría…
- Pretende desarrollar el interés por la búsqueda de las figuras literarias mencionadas en el párrafo anterior.
- Se mantiene peligrosamente en la línea de lo «políticamente correcto», para promover la reflexión, el debate y desarrollar el espíritu crítico, en un ambiente exclusivamente educativo.
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